Extensión de lo que se puede observar en los principales blogs de un país dado, el efecto líder-seguidor-seguido (también evocado como viralidad) explica los efectos buzz que vemos diariamente en Youtube, Facebook o Twitter.
Podemos tomar como ejemplo el cortometraje Pixels de Patrick Jean. Lo descubrí la semana pasada a través el status de amigos dans Facebook (sin prestarle más cuidado), lo vi nuevamente en mi timeline de Twitter. El ojo atraído por esta repeticiones hice finalmente clic en el enlace hacía este video a través del tweet de uno de mis contactos influyentes (persona que influyó mi comportamiento). Seguidamente publiqué en mi perfiles sociales (blog, facebook, twitter) el enlace hacía este mismo video, contribuyendo entonces a este fenómeno viral.
Les propongo mirar nuevamente el video arriba de este post y entenderán cómo me volví uno de estos bailarines, atraído no por el primero sino por uno de los siguientes.
Hay muchos ejemplos de comportamientos similares en las redes sociales (política, Nestlé, iPad nada más que en estos últimos días) y las marcas (en el sentido amplio de la palabra) buscan cada vez más este joven sin camiseta, con más o menos éxito.
Cada vez más campañas creadoras de buzz nacen en la Red, propuestas por agencias que prometen millones de clicks/views/retweet, olvidando a veces (¿muchas veces?) que lo más importante no es el concepto facturado sino la calidad del contenido divulgado...
Creo que Patrick Jean no esperaba pas generar tanto buzz pero la calidad del contenido fue sin duda un factor clave de éxito y no fueron unas 20 personas que vieron su video sino más de 2 millones en menos de 72 horas.